martes, mayo 10, 2005

Todos tenemos un bar en mente



Hace tiempo soñé con Félix, que en esa época atendía su consulta médica en un supermercado. Y hoy Félix salió entre las ruinas de un teatro convertido en Julio César, medio chascón y tartamudo.

-Ave César!
-el sindicato de nutrias se puso problemático.
-pero César, como es posible que no tengas estacionamientos para delfines voladores!, así no se puede!
-tienes razón, mejor me voy y abriré un bar.
-oye pero esa idea es mía!! yo abriré primero el Unity Bar.
-nada que ver, a mi se me ocurrió antes, y ya tengo patentado el emparedado de pollo: Ave César.
-chuta! entonces yo venderé una tabla que se llame Unidad Popular!
-pero eso es muy comunista.
-en realidad, eres razonable para ser un huaso bruto.
-oiga, pero ya estoy urbanizado.


-galvanizado, dijo?
-no, dije que Concepción es un pueblo sin esperanzas.



Yo también.